martes, 8 de enero de 2008

Sarkozy sabe muy bien que la imagen es muy importante en política, y no le hará mucha gracia que los medios centren su protagonismo en los affaires pasionales. La sociedad francesa ha aceptado su situación sentimental, pero podría incurrir en un escándalo político de tipo sexual que desprestigie más su imagen. Ya ha bajado en hasta cuatro puntos su popularidad, según los sondeos franceses. Tal vez sí le favorezca su contínua presencia en la prensa rosa, para así pasar a ser un personajillo mediático, y dejar de ser vistos o tan trascendentes ciertos asuntos de estado. Por ejemplo, hoy ha declarado que expulsará a los inmigrantes en situación irregular y que se debe fijar un número determinado de extranjeros, debatido en el Congreso anualmente. En una rueda de prensa como la de hoy, primera del año, el presidente galo responde tanto a si se va a casar con Carla Bruni, como a las cuestiones más políticas, según publica El Mundo. En cuanto a los temas profesionales, estos deberían primar si los medios también no participasen tanto de ese juego de la televisión, al cual los actores políticos -gobierno, opinión pública...- se han acostumbrado. El político que maneja la comunicación y la persuasión tiene mucho ganado. Esos temas políticos expuestos en la rueda de prensa de hoy se han concretado, principalmente en las "expulsiones colectivas" que pretende realizar Nicolas Sarkozy. Afirma que mantiene un acuerdo trilateral con España e Italia para efectuarlas. Expulsión colectiva es una frase bien pomposa para un asunto como el de la inmigración. En España es un asunto de los que más preocupa, y a su homólogo español le vendría bien mostrar soluciones a la cuestión, y, de hecho, el ejecutivo trabaja con la Unión Europea para realizar repatriaciones. Lástima que ni Francia ni España superarán esa barrera televisiva, ese artificio de las palabras para paliar un conflicto humanitario cuya solución está por descubrir. Mas se les da a los medios su porción de declaración, su pedazo de promesa de acción diario, y así parece que el gobierno está constantemente tomando decisiones y resolviendo situaciones. Si realmente fuera así, se tomarían decisiones muy precipitadas, pero la política va bastante más despacio de lo que se pregona. Uno de los presidentes de más popularidad, "de moda", en este momento, parece estar perdiendo el apoyo que recibió inicialmente, a causa de su contínua presencia, puesto que un gobierno que no se ve, que no aparece en los medios, no existe. El problema viene cuando el carisma juega en tu contra, por su exceso de protagonismo. Se puede tornar una máscara difícil de despegar. Según este enfoque crítico, centrado en la comunicación política, Sarkozy podría estar siendo víctima de los medios, al utilizarlos previamente él mismo para forjarse una imagen pública adecuada. Y es que no deja de ser márketing su nueva imagen de vida en pareja.

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